Extraído de ARQUITECTURAYDISEÑO.ES
Bien asentada cómo los bloques de construcción de un niño, la vivienda es una composición geométrica abstracta sin pretensiones enclavada en la naturaleza.
En un afloramiento rocoso con vistas al lago Memphrémagog en la provincia de Quebec, dos bloques de madera armonizan suavemente con su entorno. Dos volúmenes rectangulares, uno encima del otro, forman una casa, obra de Yiacouvakis Hamelin Architectes.
El bloque superior parece flotar. Descansa sobre el inferior, pero está desplazado. Sobresale del volumen inferior en dos lados, lo que permite la creación de espacios exteriores abrigados. El desplazamiento entre los dos bloques también crea un espacio para un patio en el techo del bloque inferior.
El estilo sobrio pero elegante se alía con la naturaleza que se divisa a través de los grandes ventanales. Para no obstaculizar el paso de la luz y evitar distracciones se han elegido lámparas ligeras que en color negro que pasan totalmente desapercibidas.
